ECONOMÍA DE LA VIDA COTIDIANA
- jzamgon58
- 16 jul 2018
- 2 Min. de lectura

En nuestra vida diaria, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos realizando actividades económicas. Cualquier día de nuestra vida necesitamos un gran número de bienes y de servicios que otros han preparado para nuestro consumo: comida, ropa, transporte, libros y cuadernos, el instituto con sus profesores y profesoras, el ordenador, tablet, el móvil, y un largo etcétera
Linde de Castro, ex gobernador del Banco de España decía que “mejorar nuestra cultura económica y financiera es una necesidad y un objetivo de gran importancia (…). Su logro supone mejoras en los niveles de bienestar de los ciudadanos, quienes estarán en mejores condiciones para tomar las decisiones más adecuadas en el ámbito económico y financiero; contribuye a una mejor asignación de los recursos; favorece una mayor estabilidad económica y financiera y, por ello, mayor estabilidad y prosperidad para toda la sociedad”.
Las actividades económicas se llevan a cabo para satisfacer las necesidades humanas mediante el consumo de bienes y servicios. Pero para que el consumo sea posible es necesario producir esos bienes y transportarlos hasta las tiendas donde podemos comprarlos, es decir, hay que distribuirlos. Y, yendo un poco más atrás, para fabricar bienes se requiere una serie de recursos: materias primas, energía, trabajo humano, herramientas y maquinaria, edificios, etc. Es decir, en última instancia, para satisfacer las necesidades humanas se necesitan recursos económicos.
La economía está presente en nuestra vida diaria, en casi todas nuestras decisiones e incluso en aquellas que ni si quiera imaginamos. No se trata de un conjunto de conceptos aislados, sino de un enfoque razonado para la toma de decisiones.
Por tanto, creo qué es necesaria un educación económica dentro de la cual se encontraría la financiera para que podamos desarrollar el pensamiento crítico. El economista José Luis Sampedro decía: “No parece sensato que un alumno salga del bachillerato sabiendo qué es la calcopirita ,conocimiento que le va a ser inútil, pero sin saber nada de economía”.
La calcopirita es un mineral del cobre. Los estudiantes españoles aprenden sus propiedades, pero no saben qué es el euribor o cuál es la diferencia entre un depósito y una cuenta corriente. Durante sus vidas solo una minoría sacará partido a sus conocimientos sobre la calcopirita y, sin embargo, todos tendrán que tomar decisiones relacionadas con sus ahorros. Julio Segura, ex presidente de la CNMV, suele usar esta anomalía para llamar la atención de un grave problema: la bajísima cultura financiera de los españoles.
En una encuesta realizada a 706 alumnos y alumnas de Enseñanza Secundaria de Marchena se puesto de relieve el gran desconocimiento que existe de los conceptos económicos de la vida cotidiana: TAE, Cláusula suelo, EURIBOR, IBEX 35, IRPF, PGE, Cuenta corriente…
Me parece imprescindible que los jóvenes estudiantes tengan una formación económica básica, para que en las actuaciones económicas, que suceden durante la vida cotidiana puedan realizarlas de una manera correcta y evitar los engaños de personas con más conocimientos en esta rama. Así como, evitar casos como las preferentes o las cláusulas suelos hipotecarias.
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